martes, 29 de diciembre de 2009

La Verdad del Corazón – Asistido por el Amado Maestro Jesús

Recibido por Patricia Biondi

http://escritores-canalizadores.blogspot.com

Miércoles 23 de diciembre de 2009

Siento la presencia de alguien. ¿Jesús eres tú?

Si Soy Yo

Gracias por hacerme sentir tan elevada y amada.

¿Quieres recibir un mensaje?

¡Si claro que quiero!

Vengo a asistirte para escribir eso que ronda tu cabeza ya hace varios días. “La Verdad del Corazón”.

Gracias Amado Maestro.

Serás interrumpida pero luego podemos seguir.

Esto comienza así.

El 12 de diciembre, el día del tan hablado portal; ese día, mi vida dio un giro de tal magnitud que me quedé atrapada, mirándome fijamente a los ojos.

Estaba en un pozo, esos de agua, que no tienen escalera para subir, solo sales si te salvan o si sales volando.

Estaba allí, sola, conmigo misma, mirándome a los ojos y créanme que no ha sido nada lindo.

Toda la oscuridad que habita allí y no queremos reconocer. Mi Alma dijo basta. Basta de esquivarte a vos misma. Allí estas frente a frente para que descubras todo lo bueno y lo malo de ti que debes amar. ¡Qué difícil!

Allí estaba, sin poder cerrar los ojos una vez más para no ver aquello que no quería ver.

Muchos saben que he entrado en un tiempo de introspección. Bueno ese fue solo el comienzo.

(En ese momento llega mi hijo que andaba paseando con la abuela así que no pude seguir entonces).

Lunes 28 de Diciembre de 2009

Cuantos días han pasado. Pido la asistencia de nuestro Amado Maestro Jesús para terminar estas palabras que vibran con la energía de su tan puro Amor.

Así continúo.

Los días previos al 12 se produjeron muchas canalizaciones. Hermosas. Pero una me hizo entrar en este profundo estado de análisis. Fue en la que Jesús me hablaba de que la espiral que se vio en Noruega fue un portal de ascensión, que ellos habían abierto.

Esto si bien coincidía con muchas otras canalizaciones, aun así era diferente a otras.

Entonces pensé, como un mismo Maestro puede hablar de un mismo tema con tantos canalizadores y dar versiones tan opuestas de lo sucedido.

Fue entonces que ese día comenzó mi planteo interno. En otras palabras, no sabía dónde estaba parada.

He buscado respuestas por todos lados. Nadie sabía responder aquello que me estaba pasando.

Fue como si de repente el mundo con toda su matriz de ilusión giraran en torno a mí y yo estaba allí parada, sin estar en la matriz, pero sin saber donde estaba parada y sin saber qué hacer.

Las paredes de ese pozo eran tan altas, que la única forma que tenía de salir era flotando en el agua, pero era un pozo sin agua; o salir volando de allí, pero aun no tengo alas.

Estaba allí parada frente a mí, mirándome a los ojos, con miedos, con dudas acerca de mi misma.

Miedos que nunca antes sentí y dudas que creía tenerlas superadas.

Pasaron varios días hasta que me he dado cuenta de porque estaba allí.

Supe que lo más difícil de afrontar en esta vida es a uno mismo. Nos cuesta mucho mirarnos a los ojos y buscar la verdad que reside en nuestro interior. Nos produce eso pánico.

Fue entonces cuando supe cómo salir de allí, como hacer desaparecer ese pozo. Una verdad ha sido revelada en mí. Entonces entendí qué nos querían decir los Maestros con tantos mensajes opuestos. Qué la Verdad está en nuestro Corazón.

Hemos escuchado tantas veces estas palabras: “mirar con los ojos del corazón”, “discernir con el corazón”, “la verdad está en el corazón”….

Pero es tan difícil entenderlas.

Venimos de una vida plagada de ideas y avisos de lo que debemos hacer, que ropa usar, que música escuchar, que película y programas mirar, etc., etc., etc.,….

Estamos acostumbrados a que si nos duele la panza preguntar al doctor que nos pasa.

Hasta que al fin logramos despertar a la Verdad.

Esa Verdad, hermosa, fácil, anhelada y conocida por nuestra Alma, “LA VERDAD DEL CORAZÓN”.

Estas energías me han puesto de cabeza, me han tironeado y dado vueltas mil veces, hasta que supe en mi propia piel, que la verdad está allí. Dentro. Fácil.

Nos complicamos tanto siempre.

Pero aun así, esta limpieza no vino sola. Ya que estas energías se quieren llevar todo. Todo lo que así ya no vibre con esta nueva luz que estamos recibiendo.

El día 20 contraje un virus gastrointestinal que no permite que coma. Nada recibe mi estomago. ¡Qué limpieza! Dije.

No solo mi mente se libera del ego, mi cuerpo también se está liberando de toxinas. Porque en la hipocresía de lo espiritual, cuidamos el Alma, meditamos y sanamos, pero nos olvidamos de la energía que recibe nuestro cuerpo, y esa viene de cada alimento que comemos.

Un día canalizando a María Magdalena, me dijo que me había olvidado de comer con Amor. Que cada alimento que ingiera debe ser con amor, meditando sobre el mismo, sintiendo su sabor y sabiendo a que parte de mi cuerpo beneficiaría con él y a cual no.

No había escuchado seguramente en ese momento, que mi Yo Superior tuvo que manifestar una enfermedad para que al fin lo entendiera de una vez.

La verdad reside allí. En nuestro corazón.

Creo que de una vez por todas debemos mirar allí, que allí está todo.

Meditemos y subamos a charlar con nuestro YO Superior, el nos dirá todo aquello que debemos saber.

He aprendido a canalizar y es algo que amo hacer. Pero he descubierto también que si no estamos libres de dudas, y llenos de Amor, el ego encuentra su lugarcito para manifestarse. Es tan importante primero sanarse para luego ayudar a otros.

He leído por ahí, que venimos a la Tierra a esta larga experiencia a sanarnos a nosotros mismos. Con cada experiencia, con cada reflejo de nosotros mismos, podemos llegar a dilucidar que es aquello que debemos liberar.

Un hermano, a quien aprecio mucho, me hizo llegar un mail, que había descubierto que el Maestro esta en nuestro interior. Somos nuestros propios Maestros me dijo.

Qué hermoso recordatorio, que hermoso mensaje, para alguien que quiso olvidar su divinidad. El Maestro en nuestro interior es aquel que nos dice toda la Verdad. La Verdad Verdadera como dicen.

Jesús dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Y eso somos todos nosotros.

Todos conocemos la Verdad a través de nuestro corazón, que nos muestra el camino y nos lleva hacia la Vida Abundante, llena de Dicha y Gloria.

Somos la Presencia Divina de Cristo en la Tierra.

Siempre que alguien viene con una pregunta o un consejo, he optado por decirle que se pregunte así mismo y que en el momento menos pensado, quizás va a estar cocinando, y le llegará la respuesta como una luz en la conciencia.

Esa es la Verdad, ese es tu Yo Superior manifestándose.

Cada pensamiento de Amor que tengas, allí esta manifestado el Padre/Madre que habita en ti.

Para mí fue una lección bastante fuerte. Ya que tuve de liberar apegos de algunas creencias bastante arraigadas en mi. Por decreto divino ese proceso está llegando a su fin.

Ese lugarcito de Amor Puro que conoce toda nuestra Verdad y la del Infinito es nuestro corazón.

Somos Dios.

Yo Soy Tu y Tu Eres Yo. Esa es la Verdad.

En el Todo está el Uno.

Yo me sano y Tú te sanas. Yo me amo y te amo a Ti también. Yo me cuido y cuido el Planeta entero.

Yo Soy lo que Yo Soy. Todo lo que Es.

¡Así es!

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